viernes, 28 de septiembre de 2012

Perfecto día de Otoño.



Ya ha llegado el frío en la tierra de las palmeras.
Las gotas de lluvia mojan el cristal de mis gafas tan sutilmente que parecen pequeñas motitas de polvo húmedas.
El frío comienza a notarse sobre la piel de los viandantes que todavía portan la ropa de verano...
El viento llega para darnos un alivio tras los sofocantes meses de verano...
Y yo, yo aprovecho para pasar una tarde a la francesa, con mi gorrito de lana y mis labios pintados de rojo.
Me visto de Otoño, como dice el anuncio de televisión, medias finas y vestidito corto, zapatitos lindos y un pañuelo para el cuello.
Cojo el bolso, meto el portatil y la cámara de fotos, me voy a la aventura.
Paro en un café, con mis mis uñas recién pintadas repiqueteo en la mesa mientras el camarero me trae el té.
Oh, dulce Otoño que tarde llegas a mi cuerpo, te tengo en el alma desde que entró la primavera.
 Déjame disfrutarte esta tarde un poco.