martes, 24 de enero de 2017

No te olvides de respirar.

Cierra los ojos.
Inspira, expira...
Aprieta fuerte las manos.
Ahora, vacía la mente.
Inspira profundamente. 1. 2. 3.
Expira muy despacio.
Centra tu mente en ese agujero que sientes en el pecho.
Háblale.
Pregúntale porque está ahí.
Vuelve a inspirar profundamente. 1. 2. 3.
Expira despacio, siente como se vacía tus pulmones.
¡Grita!
¡Saca eso que llevas guardado en la garganta!
¡Escupe de una vez!
Abre las manos y disfruta de la sensación.
Céntrate en notar tu propio cuerpo.
Inspira, expira. Inspira, expira.
Abre los ojos lentamente.

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Cada cual su historia, cada historia un mundo, cada mundo una persona.