miércoles, 4 de marzo de 2009

Mezcla de esencias en un frasco abandonado de cristal...


La ira supura por todos los orificios de mi cuerpo...

El olor a cenizas y azufre se mete en mi nariz corrosivamente...

La idea de la muerte no se aparta de mi mente...

El dolor que te infligiré será tal que rogaras por tu vida.

La furia corrompe mi alma...

Mi pobre corazón solo desea sentirse querido...

Un poquito de amor real es lo que me falta...

Nada de mentiras apasionadas en busca de lujuria...

Nada de amor a cambio de placer...

¡Eso se acabó!

Ahora llega mi nueva YO

Temblad humanos que la poseedora de los pecados más débiles a venido a por vosotros.

1 Visiones distintas:

Anónimo dijo...

me encanta este poema...es muy profundo *_* (a ke no adivinas kien soy??) xDDD

Publicar un comentario

Cada cual su historia, cada historia un mundo, cada mundo una persona.