sábado, 21 de febrero de 2009

Poema de un repentino despertar.

Mi alegría más grande es ver tu sonrisa al despertar

y mi pena más grande es saber que te vas.

Cada noche sueño con nuestro encuentro fugaz,

pero que nadie se vaya a enterar...

Nuestro tiene que ser un secreto real, 

ya que mi vida depende de tu lealtad.

Ámame hasta que se ponga el sol,

besáme, que te quiero un montón.

Disfruta de mi cuerpo una vez más,

no vaya a ser que mañana ya no te quiera más.

Disfruta de este lindo romance,

que puede que yo luego no te aguante.

Aligera los pies y baila,

que yo hoy quiero ser tu esclava.

1 Visiones distintas:

JIF dijo...

Precioso pensamiento.

Y entonces la felicidad está en evocar los instantes maravillosos con la esperanza y el anhelo de vivir, para repetir esos momentos que nos quitaron el aliento.

Besos.

Publicar un comentario

Cada cual su historia, cada historia un mundo, cada mundo una persona.